Negro Vergon Hace Gritar Ala Abuela

Mide 1,66 muy delgado velludo y pollón, quedamos y le hice mis preguntas, solo buscaba obedecer, no chupaba pollas no buscaba sexo con un hombre, le gustaba le pegara le retorciera la polla y los huevos si tenia casa, pues hacer de criado despues se iba a su casa y era cuando se calentaba y se masturbaba con lo vivido, follar le gustaba follar con mujeres, despues me enseñó su polla, joder, aun en reposo era mucho mayor que la mia. Volvi a la salita, él alli sentado, le recalqué — Tu ahí quieto, — él me miraba, le solté- si puedo te voy a "hostiar" delante de mi esposa y despues vas a follartela como yo te vaya dirigiendo, asi que ahí quieto y obediente entendido, — le di una bofetada él suspiró, bebí un trago no me habia sentado volvi a la cocina, mi esposa empezaba a echar todas las veduras en la olla me puse detras, pegado a ella, diciendole — Que culo mas rico tienes, para darte una buena azotaina, seguro que se te esta mojando el coñito de pensarlo — Uff dejame estas loco cuando él se vaya — Podia ponerte caliente ya para cuando el se vaya joderte bien — estas loco. Lo supe al instante le habia calentado aquello aunque se negara, cogí dos nuevos botellines, fuí a la salita y los abrí él allí callado, lo miré esperé un tiempo y volvi a la cocina mi mujer, me miró diciendome — Vamos alli no lo dejes solo yo ya puedo estar alli un rato — Le h dcho que te iba a ayudar en la cocina, que se quedara alli viendo la tele Cogí de la mano a mi esposa y pasé el vestibulo aun mas lejos de la salita, ella me decía en susurros — stas loco. Abrí y cerré la puerta del dormitorio sin soltarla me senté como tantas veces en el borde de la cama le subí la falda y comence a azotarla, ella estaba caliente le di fuerte y me decia — No tan fuerte nos puede escuchar Yo pasé, cuanto mas fuerte mas caliente se pondria y ya la tenia bastante caliente, le di una buena azotaina despues ella se puso bien la falda y me levanté me miró diciendome — Haz que se vaya pronto. Le metí la mano bajo la falda y toque sus bragas, estaban humedas, la tenia como queria, volvimos a la cocina, ella siguio mirando la comida y ahora si fuimos a la sala, yo hablaba para que a él no lo cogiera en un renuncio, a los 15 inutos volvio mi mujer a la cocina, aproveché y le dije a Enrique — Ya la tengo cachonda y no sab nada como te pasaba a ti Mi esposa volvio seguimos charlando y de nuevo se fue al rato ahora ya para terminar la comida, le dije que comeriamos en la cocina que no ibamos a preparar el salon que otro dia, nos sentamos los tres.

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