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Kevin era un chico de 18 años, piel morena, aficionado a hacer deporte, y estudiante en la facultad de educación física. Aguardaba un gran parecido a Monica Bellucci o Demi Moore, era una mujer morena azabache, de pelo rizado y curvas, española, vestía una blasier azul de seda, muy escotada que dejaba poco que imaginar sobre aquel canalillo y aquellos vuluptuosos y grandes pechos, bien conservados pese al paso de los años y las maternidades, de cintura hacia abajo llevaba puesta una falda corta que dejaban ver unas bellas, refinadas y bien conservadas piernas que parecían haber sido esculpidas por antiguos dioses griegos de la sensualidad, rematadas en su final con unos zapatos negros de tacón de aguja. Cuantos hijos tienes? Como es que sales por aquí, tienes amigas o amigos?

Juegue con ellos a hacer círculos, a morderlos con suavidad. En sus zonas íntimas. Toda esa parte del cuerpo del hombre es extremadamente sensible, pero en particular, el pliegue entre los testículos y el pene. Cuando estes hablando con la chica, hazla reir. Habla de lo que le guste todo el tiempo y no ha transpirado cuando nunca lo intentes con tanta potencia que se vuelva falso. Nunca la ofendas, sin embargo nunca te preocupes en Caso De Que ella al final piensa que no eres chistoso. En caso de que ella no puede reirse contigo probablemente nunca sea una ser con la que quieras ocurrir mucho tiempo.

Que mentía, podríamos decir siguiendo el razonamiento de Morel. Sin embargo, esa mujer que para ese médico no tenía nada, sufría un cuadro de angustia extremo y no podía ni trabajar ni hacerse cargo de sus hijos. Pero, por suerte para las histéricas, llegarían Charcot, Breuer y Freud a darle un estatuto diferente. Sobre todo Freud, por supuesto, que postuló que la histeria no era una enfermedad neurológica, sino psíquica, que introdujo la noción de que las histéricas sufrían de reminiscencias, que la enfermedad tenía un mecanismo psíquico que la justificaba y estableció como condición de su aparición la existencia de un trauma de origen infantil primero y de una fantasía de contenido sexual, después.